Lo que van a leer aquí son nuestras reflexiones que expresan el proceso en que se encuentra cada uno de nosotros, que seguramente vayan variando con el tiempo gracias al aporte de sus comentarios y esperamos generar lo mismo en ustedes.
Nos parece importante recalcar que nuestro objetivo no es imponer nuestras ideas, sino fomentar que cada uno encuentre las suyas. Más que compartir nuestras respuestas queremos compartir nuestras inquietudes.

Buscamos empezar a percibirnos más como seres humanos sin sentirnos ajenos a las realidades que nos rodean.

domingo, 25 de septiembre de 2011

La crisis


No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

ALBERT EINSTEIN

lunes, 12 de septiembre de 2011

Un hipo conocido

La hipocresía de los dirigentes políticos (o de cualquier persona) que son millonarios y levantan la bandera de la redistribución de la riqueza, es tan grande como sus cuentas bancarias. Muchos plantean medidas para alcanzarla, como subir las retenciones al campo o permitir que los trabajadores obtengan parte de las ganancias de las empresas. La razón que exponen, con la cual estoy de acuerdo, es que es injusto que unos pocos tengan tanto, dejando así en la marginalidad a muchos otros.
Ahora mi pregunta es, ¿por qué no toman aquellos políticos medidas iguales contra su propia persona? ¿Por qué no dan parte de su fortuna para combatir, lo que dicen enfrentar?
Las posibles ganancias son futura propiedad privada. Es similar atacar a esos dos sectores, y sus posibles ganancias, como a la propiedad privada de cualquier habitante de la sociedad (incluidos los de esos sectores también). Jamás podrá ser justa la distribución de la riqueza, si alguien posee tanto. Lo peor de todo, es que estos dirigentes son los primeros en llenarse la boca pidiendo por aquello, por justicia social, por el bienestar del pueblo.
Me es muy difícil creer en las supuestas buenas intenciones de aquellas personas, en las cuales reina la hipocresía.

Die

lunes, 5 de septiembre de 2011

La educación prohibida

"La educación no es llenar un vaso, sino encender una antorcha." — W. B. Yeats



Si gustan pueden mirarse este video. Nos da otra persepctiva acerca de la educación que, por cierto, es bastante interesante¡Veanlo ustedes y saquen sus conclusiones!

martes, 30 de agosto de 2011

¿Yo qué puedo hacer?

Tal vez desde mi lugar me resulte complicado pensar en cambiar algo tan inmenso como la manera de pensar o de actuar de una sociedad. Pero quizás pueda lograr que más gente se interese en generar un cambio y en empezar a actuar ahora, juntos, en pequeños proyectos con la idea de mejorar nuestro presente y comenzar a caminar hacia el futuro que queremos.

Yo creo que la educación junto a la salud son los pilares fundamentales para el crecimiento de una sociedad. La educación es la que nos llena de recursos y herramientas para crecer y pensar, nos forma como seres críticos e independientes capaces de tener nuestra propia opinión de la realidad y capaces de creer que podemos alcanzar lo que queremos ser.

Por esto, creo que todos debemos fomentar la educación, intentar que por lo menos no disminuya más su nivel y fortalecer su carácter público para que todos podamos recibirla.
Al mismo tiempo, como parte de esta sociedad, podemos y debemos ayudar a que esto suceda. ¿Cómo? Dando apoyo escolar, brindando ayuda en comedores o en zonas carenciadas.

Lo más valioso e interesante de esto es que no se necesita poder o plata para lograrlo sino manos que quieran ayudar, gente que se quiera comprometer con pasar un rato de su tiempo ayudando a otro que lo necesite.  También creo que, sin darnos cuenta, nos muestra otra realidad distinta de la que vivimos y tal vez hasta nos lleve a reevaluar las cosas por las cuales nos preocupamos o quejamos y empezar a valorar lo que tenemos (y no digo cosas materiales).
Creo que en cierto punto, el que más se lleva de esa relación es el que se dispone a ayudar.

Una aclaración que quiero hacer.
No busco transmitir: “¡Dale, demos apoyo escolar todos!”, sino pensar en la importancia que deberíamos darle a la educación. En todo caso, dar apoyo escolar es tan sólo una de las posibles maneras que tenemos para lograr su fortalecimiento.


Flor.




Está vigente un programa nacional de alfabetización.
http://www.me.gov.ar/alfabetizacion/


viernes, 19 de agosto de 2011

Extracto de “Carta Abierta de Rodolfo Walsh a la Junta militar”



[…] Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh, Buenos Aires, 24 de Marzo de 1977.


NUNCA MÁS.

Ahí afuera


Me invade una sensación rara al escribir esto. Me siento sumergido en un mar de palabras, sin saber a cuales acudir para que el relato no parezca golpe.

En este momento, como muchos de ustedes habrán hecho alguna vez, me encuentro en la comodidad de mi hogar observando el afuera por la ventana. Ese “afuera” sin el cual no habría adentro. Ese “afuera” que parece muchas veces tan lejano y que, sin embargo y aunque suene paradójico, nos envuelve e integra constantemente (por lo menos a nosotros, que contamos con esa oportunidad). Es aquel lugar en el que suceden las cosas. Muchas veces nos esconden el afuera, pero nunca dejará de estar ahí. Es bueno saber, por otra parte,  que mientras hay gente escondiéndonos muchas cosas, hay otra que tiene grandes carteles en sus manos sucias: “¡Vean! ¡Pasen y vean!”, dicen.
A muchos de ellos no se los toma demasiado en cuenta, pues bien o mal forman parte del “afuera”…  ¿Por qué creerles? Obviamente, no están diciendo la verdad.
Probablemente, aunque nos duela, estén contando su verdad, que directa o indirectamente es nuestra verdad, pues nosotros estamos integrados, en mayor o menor medida, con el afuera. Veamos y escuchemos todo esto, y vivamos allí, en ese lugar lejano, de una mejor manera.


La realidad no está en tu libro. La realidad está ahí afuera. Lo tangible de ella son sus páginas, que todos juntos podemos escribir día a día.

Marian


Nota: El siguiente texto lo escribió Marian, un amigo, que quiso aportar sus escritos al blog. Si alguien quiere mandar sus reflexiones o textos de otros que les resulten interesantes pueden mandárnoslas a quitagafas@gmail.com

martes, 2 de agosto de 2011

¡Que Paja!

Me parece que hay una palabra, que usamos mucho, pero mucho sobre todo los jóvenes, que debería empezar a usarse menos o directamente desaparecer del diccionario cotidiano, estoy refiriéndome a la palabra paja con la acepción de fiaca, pereza. Es tremendo pero hay muchas cosas que nos interesan, nos gustaría hacer, pero nos da paja y eso gana a todo el resto. Porque muchas veces, hacer las cosas mejor requiere de más voluntad.
Cuando no nos gusta como son las cosas, como está el mundo, la corrupción que hay, nos parece que no está a nuestro alcance hacer algo para cambiarlo ya que las decisiones más importantes las toman desde más arriba. El tema a tener en cuenta, que esos “de más arriba” son personas igual que nosotros que están acostumbrados a tomar determinadas decisiones y esta bueno ver que nosotros en nuestra vida tomamos todo el tiempo decisiones que son a menor escala que la de los “de más arriba” pero que son también de mucha importancia.
Entonces me parece que está bueno empezar tener noción de nuestras decisiones que vamos tomando todos los días para así sacarnos un poco la paja y empezar a tomar las que son un poco menos egoístas.
Nosotros somos los que elegimos si para ir a comprar pan a 4 cuadras agarramos el auto o vamos en bici (siempre y cuando tengamos auto y bici)
Así como el empresario tiene poder de decisión de los sueldos de sus empleados nosotros decidimos cuanto le pagamos al jardinero, a la señora que nos ayuda en nuestra casa (siempre y cuando tengamos quien nos ayude) Nosotros también decidimos invitarlos o no a comer en la mesa. Tambien decidimos usar bolsas plásticas en vez de las de tela. Decidimos saludar o no al colectivero. Decidimos mentir o no mentir.
Lo que me parece importante de rescatar es que todas estas decisiones que tomamos las tomamos nosotros pero influyen y mucho en la vida de todos los que tenemos al lado y si queremos un mundo un poco mejor me parece indispensable tomar conciencia de nuestros actos para así poder elegir sacarnos o no sacarnos la paja a la hora de elegir los caminos para llegar a nuestros objetivos.

Neri